Tour teatral: Edipo en Ezeiza, La Casa 13 y Frágiles

21.08.2017 15:21

Por Fausto J. Alfonso

 

Edipo y la peronicidad al palo

Se estrenó en noviembre de 2015 y reaparece recurrentemente en la cartelera mendocina. Edipo en Ezeiza, de Pompeyo Audivert, cruza el mito planteado por Sófocles (y estudiado por Freud) con la Masacre de Ezeiza y amplía las patológicas relaciones de una familia a la sociedad toda. La idea de que en algún punto todos somos sospechosos o que el traidor está a dos metros se plantea de modo fragmentado, con recursos propios de la parodia y la farsa. Hay ferocidad en los dichos; originalidad en las situaciones y acciones; y una forma de encarar los diálogos que habla de un país que ha internalizado los modos represivos hasta en su vida íntima. Temas como la infiltración y el reconocimiento se desarrollan de modo ambiguo y creativo, alimentados por intertextos teatrales que enriquecen las posibles lecturas. La puesta de Comotti, quien también actúa, no decae en ritmo e interés, pero se perjudica con actuaciones discordantes que padecen entradas a destiempo, furcios y evidentes titubeos, sobre todo por parte de Agustín Villalba (heredero del personaje que estrenó Julián Berca). Elenco: El Enko Compañía Teatral. Dirección: Juan Comotti. Sala: Enkosala Gladys Ravalle, Alte. Brown 755, Godoy Cruz, Mendoza. Función del 04-08-17.

Un tren fantasma que descarrila

En la línea del living movie, La Casa 13. Experiencia paranormal (título rimbombante, sin dudas) asusta menos de lo que promete y recurre a algunos trucos clásicos de iluminación y montaje que no alcanzan para generar una atmósfera desesperante en el espectador. Dícese que el Grand Guignol, aquel teatro terrorífico que surgió a fines del XIX y perduró por muchas décadas, ingresó en pendiente cuando el público comenzó a reírse de aquello mismo que en un principio lo asustaba. Aquí el pasaje de la intriga al desencanto (y del horror a lo cómico) dura poco más de media hora. Todo se evapora entre un cerrar y cerrar de ojos (no ver para creer). La historia es ínfima, las actuaciones modestas y el remate endeble. Que el espectador sea zamarreado a oscuras durante la mitad del espectáculo, no hace de éste algo más original ni efectivo y solo sirve para justificar lo “multisensorial” de la propuesta. Es decir, que pueda potenciar su olfato, su oído y su tacto. Entretenimiento básico, La Casa 13… puede ser ideal para que alguien meta mano donde no debe sin temor a ser castigado. Elenco: La Decimotercera Compañía. Dirección: El “Guille” García. Sala: El Taller, Granaderos 1964, Mendoza. Función del 12-08-17.

Habilidades con melancolía

Inspirados e impulsados por Juan Fresina, y tomando la posta de éste, el colectivo Mamihlapinatapai (María Flor Carbajal, Mariana Calvera, María Belén Gassull, Matías Astudillo, Lucas Taboada y Juan López) propone una mirada poética, ensoñada, del juego como ingrediente esencial de la vida. Lo hace desde la diversidad de técnicas (aro, tela, soga, malabares, trapecio…) y sin pretensiones narrativas de ningún tipo. El espectador debe entregarse a esa varieté de habilidades con desprejuicio del mismo modo que el artista se está lanzando sin redes hacia ese público desconocido (el arrevesado nombre yámana del grupo sugiere casualmente la idea de reciprocidad). Así, la gente encontrará cosas que le gusten más y menos, en el marco de un show delicado en sus formas y su luz. La bonita apertura, que nos remonta a la niñez, abre el juego hacia múltiples frentes; y la idea de fragilidad comienza a multiplicarse. Nos transporta a nuestra propia historia, pero al mismo tiempo nos ancla en el escenario, recordándonos lo frágil de todo hecho teatral. Espectáculo eminentemente visual, Frágiles/Circo Experimental tiene sus puntos débiles en la interpretación del escaso texto (dicho sin potencia ni convicción) y en cierto exceso de saudade, que por momentos juega peligrosamente con zonas depresivas. Sala: Centro Cultural La Colombina, Balcarce 220, Godoy Cruz, Mendoza. Función del 18-08-17.