Chaco vendimial, terrorífico e inclusivo

02.10.2022 15:42

Por Fausto J. Alfonso

 

RESISTENCIA, Chaco. 36° Fiesta Nacional del Teatro. Con su formato renovado, el encuentro que reúne al teatro del país prosigue su marcha. El paisaje de la capital chaqueña se transforma, pero en esa mutación también se extiende. Se ensancha y prolonga. Es que en esta ocasión, la Fiesta Nacional entra en simultaneidad con el Encuentro Regional del NEA, abriendo corredores hacia Corrientes, Formosa y Misiones, provincias que a su vez multiplican espacios para albergar propuestas escénicas de todo tipo, como así también talleres, foros, presentaciones de libros, seminarios y homenajes.

“Cada Fiesta Nacional del Teatro tiene su impronta y su identidad -escribe Gustavo Uano, director ejecutivo del INT, en el catálogo de actividades-. En esta oportunidad se destacan varios ejes temáticos: el enfoque popular y comunitario, en clave de generar un evento participativo que sume nuevas audiencias, que promueva la accesibilidad, la igualdad y el respeto por la diversidad. También son muy importantes los conceptos de Soberanía; la celebración por los 25 años de la Ley Nacional del Teatro y la creación del INT. No podemos además dejar de abordar los 40 años de Malvinas, la integración latinoamericana y la multiculturalidad que tiene el Chaco como puerto y polo”.

En Resistencia, los 32 espectáculos que suma la fiesta se distribuyen entre la Casa de las Culturas, el Parque Intercultural 2 de Febrero (Escenario de la Diversidad), el Parque de la Democracia, el Museo de Medios y las salas Guido Miranda, Cecual, Galatea, La Máscara y Sala 88 Cooperativa de Trabajo. En esta última, justamente, tuvo lugar la primera incursión del teatro mendocino en la fiesta: Mandato cumplido, con dramaturgia y dirección de Diego Amador Nogara.

Por sobre cualquier otro aspecto, esta obra, ganadora de la Fiesta Provincial del Teatro, es entretenida, sobre la base de un humor simple y eficaz. Pero lo que en principio apunta como una sátira costumbrista sobre hábitos y fanatismos vendimiales, se transforma en un disparatado menjunje a partir de la introducción de un condimento de ciencia ficción. Que en principio sorprende, pero que luego se agota rápido y más tarde interfiere mal.

Vista en su conjunto, Mandato cumplido es algo así como la mezcla de un Darío Vittori mejorado con un William Prociuk empeorado. Con esos ingredientes, voluntariamente o no equilibrados, la trama avanza de modo cada vez menos coherente hacia un final caprichoso y muy lejano del atractivo planteo inicial. No obstante, hay que reconocer cómo se ha logrado ridiculizar con buenos recursos (muy sencillos) algo que en sí mismo ya es ridículo artísticamente: la Fiesta Nacional de la Vendimia. Y cómo ésta ha calado hondo en la sensibilidad de no poca gente, provocándole una histeria y una alienación que la propuesta no esconde.

En términos actorales, despuntan Alejandra Trigueros como la cabeza de una peculiar familia (peculiar aunque típicamente mendocina) y Deivid Laguna (la Reina Madre), en quien, más allá de lo objetable del personaje en el marco de la trama, destacan su prestancia y voracidad por comerse el espacio a partir de desquiciados y estudiados movimientos de quiebre y flexibilidad.

El espectáculo más debatible de ésta, la tercera jornada de la fiesta, fue Piel de cabra, propuesta de Buenos Aires con autoría y dirección de Nicolás Blandi. La obra plantea una historia íntima, entre tres personajes (dos hermanas y un médico), pero de proyección social. Como una gran aventura o planteo distópico, a partir de una pequeña muestra. En una casa de un bosque, una de las mujeres tiene una extraña enfermedad. Curarla o no, puede ser tan fatal como beneficioso para la humanidad.

Desde allí, los artistas despliegan una serie de recursos de forma (en el habla, los movimientos, el vestuario, los objetos, la música, etc.) que colocan la historia en una zona indefinida, tanto temporalmente como estéticamente y en términos de género. Suerte de thriller paródico y obra de terror con espacios para la reflexión (muy en la línea de los ’50 cinematográficos), Piel de cabra permite que los intérpretes -Soledad Bautista, Florencia Bonetti y Gabriel Raso- se luzcan entrando y saliendo de una comicidad negra y seca, mientras juegan con efectos sonoros producidos por ellos mismos (y tres músicos en escena) y cuestiones metateatrales.

Si la propuesta no termina de cuajar es porque con el paso de los minutos su discurso se vuelve muy ambicioso y varios subtemas se desperdigan, ramificando el interés y enrevesándolo todo. No hay poder de síntesis dramatúrgica y es una pena porque posee momentos muy valiosos e intensos, como las apariciones de “la loba Luperca”, agresiva y sensual, o ciertos diálogos entre Dolores y el doctor Cruz. Palabras enigmáticas, sentencias misteriosas. Pero el tema es que la pretensión termina poniendo en riesgo la frase que moviliza y apunta a la esencia de lo que se quiere decir: “Mudo se volverá el mundo cuando la palabra abunde para no decir nada”.

Entre las obras en adhesión a la fiesta se pudo ver Deshojados, unipersonal de un actor ciego, interpretado por Ariel Astrada, con dirección de Marxela Etchicury. Este multipremiado trabajo en su provincia de origen, Córdoba, nos convoca a la reflexión, alternando momentos tiernos y descarnados. La crítica y protesta social, a modo de proclama o arenga, está tan presente como las confesiones íntimas, que no le escapan al amor, el sexo o la suma de ambos.

Astrada quedó ciego a los 24. Hoy, con 36, prosigue con su labor actoral y en esta obra no solo demuestra pasión y esfuerzo, sino también su talento. La necesidad de compartir su caso se fusiona con su vocación de intérprete. De allí que la obra se extienda un poco más de lo aconsejable, en tanto él por momentos es y por momentos recrea. Siempre solito mi alma, como decían algunas viejas, rodeado de múltiples accesorios que va incorporando, al tiempo que cambia de vestuario en varias ocasiones. Su equipo detrás de escena, apoya prolijamente con luces, proyecciones y sonido, mientras el actor se sincera y se luce más allá de una hora y media.

 

Fotos (de arriba hacia abajo): Mandato cumplido, Piel de cabra y Deshojados.