Chicas con punch hipermoderno

31.07.2016 13:22

Por Fausto J. Alfonso

 

Cross de perra permite al espectador fiel reencontrarse con un auténtico Dos Huérfanos, cuyas marcas identitarias quedan al desnudo una vez más: ausencia de trama, interferencias discursivas, intertexto consagrado, vocalización coral; una muy cuidada banda de sonido, que juega con sensaciones extremas (aquí en la estilizada presencia musical y de puesta escénica de Grisaux Crisman y Agustina Bécares); apuntes multimediales, personajes de fuerte individualidad y autonomía dramática y espacial, rupturas de la ficción, un diseño de vestuario y accesorios colorido y de impacto plástico ya por sus materiales como por su confección; citas y alusiones varias; condensación del tiempo y conflictos internos tan desgarradores como dichos con garra.

Todo ello es, obviamente, más que suficiente para que se produzca un intenso aquí y ahora entre viejos conocidos. Lejos de perder vigor -dadas las espaciadas apariciones del grupo- la relación público-grupo luce saludable. O tal vez habría que decir joven, como la propuesta estética misma y el espíritu que la anima. Pero como contrapartida, un público menos advertido quizás se tiente a inspeccionar todo ese material con el sedazo de lo vanguardista y lo experimental, tratando de reducir la propuesta a estas etiquetas.

Lo experimental (en el marco de la estética escogida) está a la vista como parte de cualquier labor teatrista decidida a asumir riesgos. Lo vanguardista es más discutible, dado que Luciano Garcia Güdell y Marta Neme trabajan sobre los explícitos signos de estos tiempos y sus efectos emocionales. Su labor se trata de un discurso actual, cotidiano, gatillado desde el arte, que deja heridas reconocibles en personajes y espectadores. Ciertamente en la forma hay una cuestión generacional, aunque eso ya no es materia de discusión.

Dos Huérfanos acompaña los tiempos que corren (García confesó alguna vez que él hace “teatro contemporáneo”). Por eso hoy el elenco se corre aún más hacia adelante y se para, ya no en el posmodernismo, sino en el hipermodernismo, tratando de dejar constancia de esa “estetización” del mundo de la que ahora habla Lipovetsky y que alcanza a todos los ámbitos. Como el ámbito de las emociones mismas, envueltas en atractivos atuendos que se convierten en imanes para las masas ávidas de espectáculos brillantes y miserables.

Cross de perra critica a fuerza de potenciar esos rasgos de la actualidad, entre los que cabe, lógicamente, la hiperindividualidad, hedonista, suicida o perversa. Lo hace a partir de un septeto femenino devenido arquetipos de estos tiempos: Romina Iacovetta (La Bestia Rubia), Ailén Cuello y Betsa Stay (Ofelias en Auschwitz), Soledad Muñoz (La Obstinada De Tripa Amarilla), Aixa González García (Alicia Parricida), Claudia Llopiz (White Herzog) y Lucila Oliva Cabrera (La Mina Cool De Los Globos Flower Power). Mujeres todas que sufren, reclaman, recriminan en torno de un hombre que han perdido o, al menos, no está a la vista. Mujeres comunes, pero también personajes femeninos icónicos de la historia real o de la ficción.

El punch del título se traslada entonces a las actuaciones. Viscerales, pero también lúdicas y autocríticas (no por nada se ironiza sobre el “rostro neutro”, con el que ensayaba Lev Kulechov su famoso efecto). Por momentos, construídas desde una inverosimilitud de rango “publicitario” (un motivo capitalista que Dos Huérfanos siempre está dispuesto a explotar desde distintos procedimientos). Y todas ellas dotadas de energía y magnetismo, aunque particularmente se destaque Soledad Muñoz, por su decir y presencia vibrantes y su particular carisma.

Cortito, al pie y envuelto para regalo, Cross de perra no intenta noquear al espectador. Al contrario, trata de sorprenderlo y despabilarlo. Para que la pase bonito, sin discurso bobito.

 

Ficha:

Cross de perra. Elenco: Dos Huérfanos. Dirección General: Luciano Garcia Güdell. Co-dirección: Marta Neme. Dramaturgia, puesta en escena, diseño lumínico y dirección de actores: Luciano Garcia Güdell. Dirección de arte, diseño escenográfico y dirección de actores: Marta Neme. Intérpretes: Romina Iacovetta, Ailen Cuello, Betsa Stay, Soledad Muñoz, Aixa González García, Claudia Llopiz y Lucila Oliva Cabrera. Asistencia técnica general: Horacio Ochoa. Música original e intervenciones: Grisaux Crisman y Agustina Bécares. Selección musical: Luciano Garcia Güdell. Diseño gráfico: Marta Neme. Teaser: Mariano Cocolo (edición), Hugo Ricardo Orozco (cámara). Fotografías: Julieta Ortego. Producción general: Dos Huérfanos. Sala: Nave cultural (1), función del 30-07-2016.