El laberinto y todos sus rincones
I LOVE MZ. EDICION NEW YORK. FESTIVAL DE TEATRO. Fortress of Solitude se entrelaza en un despertar. Es la historia de la confusión de los ojos que aún no se abren pero escuchan y el estallido en todas las posibilidades de éste y el otro lado. Es el intersticio, segundos que separan a los cuerpos de su rutina, la síntesis de lo que fue, lo que es y lo que ya nunca será.
Entonces del otro lado del cuerpo dormido de la actriz mendocina Amparo Alcaráz, invitada especial para esta puesta, una mujer que se pone una camiseta pequeña para recordarse de niño. En la pantalla, el superhéroe listo para dar combate y el alterego en forma de play mobil dispuesto a ser salvado en cada ocasión.
Es el hueco perfecto para la imaginación que quiere huir de la conciencia. Quien comienza a despertarse a la derecha de la escena ya escucha la voz de la responsabilidad que marca las tareas del día y las faltas de la vida. Entre esas idas y vueltas en la cama con los ojos cerrados, la historia prefiere posarse en las profundidades surrealistas que, a la izquierda de ese todo, el niño con cuerpo de mujer pone en escena. Así, la propuesta del grupo neoyorquino Waxfactory parte el escenario en espacios que se suceden uno adentro del otro.
Una cámara captura los pequeños objetos en los que se traducen personas y pasajes. El play mobil duerme tranquilo en su pequeña casita de cartón y por detrás la imagen se duplica sobre la pantalla en stop motion junto a su Superman de plástico salvador.
Gillian Chadsey desde su personaje reproduce en escena su rol de directora de la obra. Mientras sus propios audiovisuales se proyectan por detrás, ella ubica frente a la cámara a los mismos play móviles de su cortometraje para que desde otra pantalla la historia se complete in situ. Con su consola dirige música y sonidos, interrumpe la voz en off de la conciencia, voz en español para esta puesta originalmente en inglés desde la intervención de la actriz mendocina Valentina Aparicio, y se adueña de cada ritmo con su propio cuerpo. Sucede que Chadsey no sólo es a través de un dispositivo, ella en su corporeidad cuenta gran parte de la historia entre movimientos extremos y coreografías precisas.
Hacia el final, la trilogía de persona, recuerdo y conciencia cierran el pacto bailando. La mujer que dormía sale de la cama de un salto y la voz en off se desplaza desde el fondo de la sala hacia el escenario y en el centro, la mujer de remera pequeña las espera para fusionarse en pasos de rock.
Si en la primera propuesta de WaxFactory para esta Edición New York del Festival I LOVE MZ nos acostumbramos a leer desde la interrupción, a entender el poder directivo de la música y a disfrutar de la creación en escena, en Fortress of Solitude cada rincón del laberinto queda explotado y presentado por partes. Cortometrajes, anuncios de series de tv, sintetizadores, cámaras, manipulación de objetos, el cuerpo quieto y el cuerpo que grita. Toda la materialidad de Fortress of Solitude dispuesta para alcanzar los lugares más profundos e invisibles de su historia.
Fortress of solitude. Compañía WaxFactory. Intérpretes: Gillian Chadsey, Amparo Alcaráz y Valentina Aparicio. Dirección: Ivan Talijancic.
Gisella Ferraro