Espíritus que no han partido, en un recorrido de calidad

25.08.2023 09:23

Por Fausto J. Alfonso

 

El personaje ayuda a la comprensión de la persona así como el teatro ayuda a la comprensión de la realidad. Y un poco más: el teatro, a su modo y sin apelar a la emoción violenta, suele hacer justicia mucho antes que ésta cuando lleva la jota en mayúscula. Por ahí va la Historia y las historias que en esta nueva versión de su propio canto del cisne, Martín Neglia ofrece a modo de homenajes múltiples, pero también de implícito balance personal.

El actor evoca criaturas disímiles que navegan por los mares del heroísmo y el compromiso, aunque también por aquéllos donde la partida la gana la incomprensión y hasta el desvarío. En cada tramo, su compromiso es afín a las necesidades y acorde con la leyenda propia: se ofrenda como persona y personajes, sin retacear.

Hiperactivo incurable, Neglia no deja de alternar su devoción teatral con el cine, la tele y otras actividades. Pero es en la escena donde su disfrute, más allá de su técnica, desborda y llega al espectador como una confesión de amigo por interpósitas personas, los personajes en cuestión.

Custodio de un repertorio probado y elogiado, hace poco se lo volvió a ver en Yrigoyen y Perón, junto a Miguel Wankiewicz, y ahora prepara una rentrée de la apasionada Las manos de Eurídice, de Pedro Bloch, a propósito de los 40 años de su estreno. Con ésta cerrará un 2023 por demás activo y exitoso.

En Persona/Personajes, Neglia apela al didactismo a través del ensoñamiento. Un viejo actor -Florencio, qué más emblemático que ese nombre- despierta en su camarín tras una larga y agotadora noche, avivado por un fantasma -José- que lo alienta a desempolvar personajes. Se establece un diálogo en el que el espectro -que se oye pero no se ve- aporta un contexto, un mini pié o un mini marco teórico para la entrada de cada criatura. El actor, entonces, practica su oficio, en tanto el espectador se ilustra sobre el pasado de aquél como artista y, al mismo tiempo, piensa junto con él sobre el presente que comparten como ciudadanos. Así, lo que podría haber sido una galería más, un mero desfile de pintoresquismo interpretativo, se transforma en una gran reflexión sobre el ser o el no ser, dentro y fuera de una sala teatral.

No por nada es Hamlet el que está allí para recordarnos la duda y los límites de la tolerancia. Como está San Martín, en modo hombre mundano, dando un ánimo hoy más necesario que nunca. Como está Moreira, advirtiendo sobre la dureza de la vida cuando la ley no te cuida. O Quasimodo, un espejo que, al deformarnos, nos muestra nuestras propias limitaciones, siempre maquilladas para alguna ocasión (como bien lo graficó Carlos Mauricio Pacheco en Los Disfrazados). O Vanzetti, que no titubea al advertirnos que la única base moral está en la igualdad.

Se podría decir que Persona/Personajes es un espectáculo que promueve “valores”, que tiene moraleja. No sería errado y tampoco estaría mal, al menos en este caso. Porque la propuesta va mucho más allá de eso, dejando un campo abierto lo suficientemente grande para que el espectador transite con y por sus propias reflexiones a partir de los distintos personajes que él mismo interpreta a diario o eventualmente (como el “ser público”, sin ir más lejos).

Neglia nunca se adentra del todo en la estética realista con sus composiciones, aunque parte de su base. Lo saca de allí a Juan Moreira, estilizando sus movimientos, o desembaraza a Hamlet de sus corsés tradicionales, por poner un par de ejemplos. Y se ilumina como un actor potente -vía ternura, desamparo y rabia- a través del último personaje de la galería: el ser anónimo, ese que no ganó fama con actos heroicos, pero tampoco fue primera plana por delitos probables o improbables. Un personaje doblegado por la soledad, que en la pluma de Fernando Lorenzo arriba a lo más profundo del absurdo. Hablamos de La Silla, el texto que el recordado dramaturgo escribió expresamente para Neglia. Un personaje común, de la contemporaneidad, cuya esencia -o lo que de ella queda- se expone en carne viva.

El sacrificio, el destino, el prejuicio, ¡la vejez! (recurrente en varios de los textos y en coherencia con la inspiradora El canto del cisne), las convicciones y el desamparo son motivos que sirven a Neglia para desarrollar los espíritus de los distintos personajes, poniendo un cuerpo a disposición, siempre batallando internamente para que el ego no se coma a la criatura evocada. Son espíritus que no han partido (contrariando a los Bee Gees) y que encuentran en la calidad del intérprete el hábitat y la imagen para hacerse ver.

Con este espectáculo, el actor tributa a parte de los directores con los que trabajó: Ricardo Amorena (San Martín), Jorge Gómez (Moreira) Estelvio Suárez Arfén y Carlos Gandolfo (Quasimodo), Cristóbal Arnold (Vanzetti), Fernando Lorenzo y Galina Tolmacheva (La Silla) y, una vez más, Tolmacheva (Hamlet), de quien fuera su último discípulo y sobre quien ha elaborado un libro de muy próxima aparición.

Pero además, Persona/Personajes celebra a todos los teatristas. Y, en su afán metateatral, a todos los que intervienen en ese milagro de la supervivencia que es esta actividad, empezando por el público y siguiendo por los fantasmas, sobre quienes cada vez hay datos más certeros de que habitan en todas y cada una de las salas.

Flor de yapa el texto de Vilma Vega con el que se cierra el espectáculo. Palabras que nos alientan a salir a la calle e indirectamente nos animan a volver al teatro.

 

Ficha:

Persona/Personajes. Unipersonal de Martín Neglia, inspirado en El canto del cisne, de Antón Chéjov. Selección de textos de Ricardo Amorena, Manuel Corominola, Vilma Vega, William Shakespeare, Mauricio Kartún y Fernando Lorenzo. Voz en off: Raúl Marín. Director de fotografía: Marcos Rodríguez. Luces y sonido: José García Díaz. Técnicos Teatro Quintanilla: David Rodríguez (sonido y proyecciones) y Paloma RayenBa (planta de climas lumínicos). Diseño de imágenes: M.E.J. Neglia. Coordinación de producción: Teresa Salamunovic. Coordinación y puesta actoral: Carlos Owens, Martín Neglia. Sala: Teatro Quintanilla (Plaza Indepenendencia, Mendoza). Función del 24-08-2023.