La incertidumbre dispara la parodia

17.07.2017 00:24

Por Fausto J. Alfonso

 

Si una de las premisas a tener en cuenta por el crítico (y también por el público en general) es la de entender todo espectáculo teatral como un hecho inacabado, en Lo que viene esta advertencia cobra una vitalidad y una trascendencia aún mayor. Porque Ciza y Humana, las criaturas con las que nos toca convivir por una hora, están inmersas en un gran momento de incertidumbre: el juego teatral del que participan no tiene reglas. No hay un norte y esa ausencia despierta una imaginativa parodia al teatro mismo con la que el espectador se deleita abiertamente de principio a fin.

Ciza (Virginia Diblasi) y Humana (Gabriela Simón) son criaturas en tanto el concepto de personaje mismo se pone en crisis. Al igual que se desmaterializan, por decirlo de algún modo, las nociones de tiempo, de espacio, del dichoso “sentido” y de todas aquellas coordenadas que se supone hacen a un hecho espectacular. Tal vez todo esto -el cuestionamiento de las partes y el todo teatral- no sea una novedad en sí. Aparte, ¿qué lo es hoy? Pero el registro en clown desde el que trabaja la dupla es toda una garantía para hacer del espectáculo una propuesta abierta a todos y no un guiño sofisticado para teatristas. Tal vez esto sí sea una novedad ante un teatro que cada tanto se repliega sobre sí mismo y se vuelve muy sectario.

Estas dos estupendas actrices manejan múltiples recursos y desarrollan un humor cáustico revestido de una gran dosis de infantilismo y ternura, que se replica en los objetos (que mutan su funcionalidad de modo muy creativo), el dispositivo escenográfico y, en ocasiones, no siempre, las proyecciones. Lo artesanal, lo cálido, los materiales nobles generan una atmósfera de agrado y disfrute, aunque nunca se sepa a ciencia cierta dónde se está.

Lúdicamente, siempre lúdicamente, las chicas se comportan como contrapuestas. Ciza, con una firme cuota de ingenuidad, se deja llevar por las ¿situaciones? y se gana al público ya con sus primeros “mohines” y su gracia general, que hace flamear su delgado cuerpo. Humana, en tanto, cuestiona, se enfada con la falta de precisiones. Increpa con energía, se descubre falsamente bilingüe, desde un humor más sacado, pero en el fondo igualmente sutil (y femenino, si se quiere). Tratan de cambiar de ¿roles?, pero todo queda en un cambio de ¿ambiente?, mientras los ¿minutos? pasan y el espectador se deleita con la amorosa ¿escenografía?

“Bueno, bueno, tanto signo de interrogación…”, dirán algunos a esta altura. Sí, mucho signo. Y podrían ser muchos más. Porque Lo que viene, desde su falsa simpleza e inocencia, traslada unas cuantas preguntas a la platea, unas buenas dudas. Sin querer decir nada, y más aún, haciendo como que no sabrían decir nada aún queriendo, las mujeres de nariz roja dicen de todo, nos divierten y promueven la reflexión.

Lo que viene es el fruto de seis años de trabajo, de interacción con diferentes especialistas (ver ficha técnica), de viajes, intercambios y miradas de latitudes muy diversas. Gabriela Simón es una intérprete que a lo largo de su trayectoria ha ido sorteando con asombrosa habilidad diferentes modos de actuación y estéticas. Desde hace ya unos años está cómodamente instalada en el terreno del clown, haciendo méritos y también haciendo escuela. Como se dice en estas ocasiones, se ha convertido en una referente. Esto se puede constatar a la hora de evaluar la concepción general de Lo que viene. Ella es su directora y la mirada global le pertenece. Y en esa mirada, todas las coordenadas que se quieren desbaratar cierran a la perfección. La treta ha funcionado y el teatro nos vuelve a engañar haciéndose “el que no”.

 

Ficha:

Lo que viene. Dirección general: Gabriela Simón. Actuación y dramaturgia: Humana (Gabriela Simón) y Ciza (Virginia Diblasi). Arte y dispositivo escénico: Laura Calligiuri. Tejidos: Flora Calligiuri. Campo sonoro: Jorge Crowe. Mapping: Claudio Centero. Paisaje lumínico: Claudina Gomensoro. Proyecciones: Hernán Iguácel. Asistencia técnica: Colo Rojas. Asesoramiento dramatúrgico: José Luis Valenzuela. Entrenamiento y montaje físico: Pablo Ibarluzea. Función del 15-07-17, Teatro El Taller, Granaderos 1964, Mendoza.