Partidas y fugas para múltiples lecturas

02.12.2019 23:46

Por Fausto J. Alfonso

 

Elulular, Teatro de Tierras Áridas, se afirma en la escena mendocina con su segunda apuesta, esta vez bajo la dirección de sus actrices -Laura Volpe y Paula San Martín- y la asistencia de Juan Manuel Chifani, quien dirigiera la primera experiencia, Los idiotas. Telémaco/Subeuropa, tal la novedad, es una historia que pueden ser varias y que mixtura situaciones absurdas y rasgos expresionistas, aunque una y otra cosa encapsuladas en un ambiente netamente onírico. El mérito del espectáculo está justamente en mantener su incerteza hasta el final, de modo que el espectador se incline -o no- por algunas de sus posibles y múltiples lecturas.

Eso sí, hay algo de cierto. Y es que la historia va de partidas. O de escapes, de fugas. Que pueden derivar de motivos diversos. Lo importante es el concepto de tránsito, que nos toca a todos y nos obliga a descubrirnos. El asunto es cómo lo llevamos a cabo y qué consecuencias genera en nosotros mismos y en nuestro entorno inmediato (que, generalizando, podemos llamar familia).

Ni bien comienza el espectáculo, uno de los personajes se despacha con: “La vida es una enfermedad terminal que nos va matando a todos”. Un masazo como para prestar atención. Acto seguido, desfila una serie de criaturas relacionadas entre sí y surge lo anecdótico: Teo (por Teodoro), un joven, decide marcharse a Europa para localizar a su padre, de quien poco y nada sabe.

El intrigante texto de Marco Antonio de la Parra está pensado para empantanar al protagonista (y a nosotros) cada vez más. La lógica de lo personal se va enredando con lo social; las raíces, el arraigo, con lo itinerante; lo nacional con lo internacional; lo luminoso con lo opaco. El texto y su puesta van expandiendo variadas ondas metafóricas.

Tal vez por ello, los personajes, con excepción de Teo, no tengan nombre. Representan distintos modelos (o contramodelos, mejor dicho), van simbolizando no solo tipos sino también instituciones y situaciones (de abuso, desapariciones, venganzas y despechos). La familia disfuncional se transforma en un punto de partida para la representación de un mundo contemporáneo en cuyo subsuelo (la Subeuropa) se incuba cada vez más la muerte, la persecución y la discriminación.

Sí, de todo eso habla, en apenas una hora, este Telémaco/Subeuropa que también desperdiga humor -blanco y negro- en pequeñas dosis, y que apuesta a una escenografía abstracta, que los propios actores transforman y manipulan, al igual que algunos detalles de iluminación.

En sintonía con cierta tendencia del teatro mendocino actual, la propuesta también se podría leer como un thriller. Aunque en realidad, esa lectura solo es apropiada para adentrarse en la “flexible” trama, pero no en sus connotaciones. Sería simplemente para encuadrar el asunto en una cuestión de forma y género.

Los actores -todos ellos de experiencia- juegan el juego con intensidad, aunque aun tienen margen para pasarse de rosca. La mayoría de sus personajes (salvo Francisco Roby, el resto cumple múltiples papeles) les da pie para ello. Una madre totalmente desequilibrada, un cónsul perverso, aduaneros poco amables, un detective de temer, amantes de toda laya, una prostituta al borde del abismo… Todos coquetean con el desquicio. Sólo falta que se lo apropien del todo. La situación lo amerita sin temor al exceso.


FICHA:

Telémaco/Subeuropa, de Marco Antonio de la Parra. Elenco: Elulular, Teatro de Tierras Áridas. Dirección General y Puesta en escena: Laura Volpe y Paula San Martín. Intérpretes: Laura Volpe, Francisco Roby, Paula San Martín y Horacio Flores. Asistencia técnica e iluminación: Tito Garnica. Asistencia técnica y operación de sonido: Emmanuel Morales Cini. Concepto Visual: Laura Volpe, Horacio Flores y Paula San Martín. Música Original: Francisco Roby y Andrés Ceccoli. Fotografía: Jeremías Robles. Asistencia coreográfica: Victoria Bernal. Asistencia en dirección de actores: Juan Manuel Chifani. Sala: Ana Frank (Maipú 230, Mendoza). Función del 01-12-19.