Tres generaciones en plena ebullición

04.04.2024 16:16

Por Fausto J. Alfonso

 

Aunque el título es el mismo, afortunadamente nada tiene que ver con el bodrio cinematográfico homónimo que se estrenó allá por el ‘97. Pero como en aquél, algo está a punto de hacer erupción: son las emociones de tres mujeres que coinciden en un contexto que augura un futuro desalentador. Escrita, producida y dirigida por Laura Angélica Rodríguez, Volcano se estrenó sobre fines de 2023 y ahora vuelve con nuevas funciones.

A su máxima responsable la conocemos por su rigurosa labor actoral en títulos como Querer a las hermanas, Las Troyanas, Oráculo y Petra. Como intérprete y productora (esto último junto a Ana Pistone) fue pieza clave del grupo Venquetetienteteatro, varias de cuyas puestas las dirigió el respetado Roberto Aguirre. Ejercitó la escritura colectiva en el marco de Venquete… y también para el ciclo Cortodramas, pero en 2018 debutó como directora con una obra propia: Capítulo. Un drama intimista de absoluta actualidad, sobre la violencia socio-patriarcal que padece una mujer, pero alejado de todo convencionalismo en lo narrativo como en lo actoral.

Laura es licenciada en Arte Dramático y profesora en Ciencias de la Educación (ambas por UNCuyo). Se ha dedicado a la gestión, la investigación y la docencia (con incursiones en distintos niveles, y hasta en propuestas de e-learning y videojuegos). Se diplomó en Dramaturgia en el Centro Cultural Paco Urondo (UBA/INT).

Ahora, y como pasó con Capítulo desde su mismo título, intentará que Volcano evoque en el espectador distintos significados o interpretaciones. La anécdota nos enfrenta con Ida y su anciana madre Lelé, quienes transcurren sus inalterables vidas en una derruida vivienda subterránea. Begoña, la hija de Ida, llega a ese sitio para avivar el cráter y echar luz, quizás también sombras, o matices, a sentimientos reprimidos, a cuestiones irresueltas. Como marco, y como si no alcanzara con los dramas propios, en el mundo… se agota el agua…

En junio, Volcano se estrenará en versión semimontada en Nueva York. Mientras tanto, una mini charla con Laura es lo que sigue aquí.


¿Cuál fue el disparador a la hora de escribir Volcano?

El desarrollo de este texto comenzó en 2018, en un proceso formativo que estaba realizando con Osjar Navarro Correa. La propuesta era escribir un monólogo: allí nació el monólogo de Lelé. Es curioso que comencé esta obra por la mitad, luego fue desarrollar el principio y el final. La obra tiene la estructura de olla a presión y este monólogo podría considerarse el primer hervor de eso que se está cocinando. Cómo apareció el personaje y el contenido tiene razones más desconocidas para mí. Al escribir, aún tengo la sensación de que los temas y los personajes se me imponen, tienen que aparecer y decir/hacer lo que tienen que hacer/decir.

Más allá de las problemáticas femeninas, que se imponen en tus textos, ¿hay algo más que relacione de modo más o menos directo tus propuestas autorales? Pareciera ser que la Naturaleza está ahí como rondando siempre, como inspirando…

Tengo entre manos una trilogía, que reúne mis tres primeras obras: Capítulo, Volcano y Avalancha. En estas tres obras, la naturaleza funciona como resorte metafórico. Creo que esto ocurre porque la naturaleza de lo femenino guarda una relación de lo más estrecha con la naturaleza/el cosmos que habitamos. La naturaleza es mujer, definitivamente. Nuestros ciclos, procesos, actos están íntimamente emparentados. 

¿Cuánto ponés de personal en el retrato de estas tres generaciones de mujeres? Si es que lo hacés.

Volcano, como las otras obras de esta trilogía iniciática en la escritura, está basado en hechos de mi biografía y de la biografía de mis ancestras. Cuando empecé a escribir, una acción sobre mi mundo que se me impuso -porque escribir es un acto de lo más descarnado- fue para objetivar toda esa subjetividad. Y resulta, que la abuela de Volcano, en su particularidad, es universal, la abuela latinoamericana. Alguien opinó eso en un programa de desarrollo de obra con autores de todo el mundo.

¿Podés definir en dos o tres palabras el perfil de tu dramaturgia?

Ahora está cambiando. La posibilidad de estudiar con referentes del país, en instancias públicas (que son extremadamente necesarias) como privadas, la posibilidad de intercambiar con dramaturgxs de todo el mundo, realmente permite investigar, explorar, romper la propia escritura para encontrar una nueva forma. Esa es para mí una gran preocupación/motivación: la forma. Cómo contar, más allá de qué contar. Qué contar no es un problema: ante una hoja en blanco, el qué simplemente se despliega, aparece una imagen para diseccionar. Sentipienso que mi escritura es bastante exuberante, me interesa el relato del mundo/la descripción. Ahí surge el desafío de vincular esa narrativa con la acción que irradia la imagen. 

¿Cómo se llevan Laura-autora y Laura-directora? ¿Cómo se influyen mutuamente?

Se llevan re bien. La escritura tiene menos discusión/debate, puedo dejar fluir mi imaginación sin límites, eso me encanta. La dirección, en este contexto y en un marco de producción independiente, requiere de muchas habilidades de gestión para hacer realidad las imágenes que escribo. En cuanto al trabajo con las actrices, es un diálogo continuo. No necesariamente tengo las respuestas para todas las preguntas de la actuación. Propongo pautas para desde allí desarrollar la materialidad carnosa de esos personajes. La particularidad se desarrolla haciendo un trabajo minucioso sobre el gesto y el movimiento, para estar/transitar/transformar la escena. 

Me dijo Jorge Dubatti que encontró estupendo el texto de Volcano. ¿Ha tenido algunas distinciones, no?

No sabía que Dubatti, con quien he tenido la posibilidad de formarme en algunos trayectos, había leído el texto, que honor saber que le ha parecido estupendo. Volcano obtuvo una mención en el Certamen Literario Vendimia en el 2021 y en breve va a ser estrenado en formato semimontado en junio de este año en el Festival Cimientos 2024, en el marco del IATI Theater’s Play Development Program, en New York, EEUU. En el certamen Cimientos se presentaron más de 400 obras y Volcano quedó seleccionada con otras nueve propuestas de dramaturgxs de todo el mundo. 

Por último, ¿cómo viviste el paso de la actriz a la directora?

Creo que fue un proceso que se dio naturalmente cuando apareció la escritura, fue un poco una necesidad. Y de ahí, a vivir con muchísimo placer el proceso de articular todas las disciplinas que confluyen en la puesta en escena. La actriz sigue por aquí, últimamente en proyectos audiovisuales, pero siempre expectante ante la posibilidad de volver a las tablas.

 

Ficha:

Volcano. Dirección, dramaturgia y producción general: Laura Angélica Rodríguez. Intérpretes: Alicia Casares, Nuria Atencio y Daniela Moreno. Asistencia de producción y prensa: Lisette Velazquez. Diseño dispositivo escenográfico: Viviana Carrieri. Realización y montaje de dispositivo escenográfico: Eliana Hipólito. Diseño lumínico y operación técnica: Camila Núñez. Diseño sonoro: Julian Micic de Rosas. Diseño gráfico, fotografía y video: Pao Alonso. Diseño y realización de vestuario: Pablo Mancilla. Funciones: 13 y 20 de abril. Sala: El Círculo Teatro, O.V.Andrade 510, 2° piso, Mendoza.