Una semilla expandida con talento

01.10.2025 09:21

Por Fausto J. Alfonso

 

Su síntesis, su falta de grandilocuencia o de pretensión desmedida, coloca a Adentro está lloviendo… en una situación ventajosa respecto de las producciones inmediatamente anteriores que le tocaron en suerte a Mendoza bajo el programa TNC (Teatro Nacional Cervantes) Produce en el País. Se trata de una propuesta formalmente sencilla, pero contundente, que hasta un punto trabaja la cabeza del espectador con cierta ambigüedad que posee el texto, pero que termina delegando su potencial (y su potencia) en la actuación, que navega sobre una estructura narrativa de estancamiento con ligeros cambios a partir de una situación única: la llegada de Rebe (Tania Casciani) a la casa de su padre Jorge (Jorge Fornés) y la intención de ella de destrabar palabras atragantadas, dolorosas. Palabras terribles, las más adecuadas para los hechos que evocan.

En efecto, el texto de Longo es, más que una obra teatral convencional en sí, la esencia de una historia que debemos deducir en su pasado y proyectar en su futuro. Es como un “extracto de”. O, dicho de otro modo, una semilla que debe ser regada y expandida por obra y gracia de un director y sus intérpretes. Así, Ariel Blasco (aquí alejado de su habitual concepción cinematográfica de la escena y el relato) y el equipo actoral apuran su talento para generar un interés sostenido en el público. Y éste termina agradeciendo, porque en definitiva lo consiguen.

Las palabras disparan la especulación, aunque es cierto que el espectador atento intuye por dónde viene la mano. Pero ojo, el interés se sostiene hasta el final, incluso cuando ya ha detonado la bomba. Y en este sentido es clave cómo el personaje masculino, siempre sumido en una bruma que llama a la duda, nos manipula desde su condición de sujeto vulnerable. Al igual que en otros tantos trabajos a los que nos ha acostumbrado a lo largo de décadas, Fornés está estupendo.

En el marco de un desmontaje, el actor reconoció que este personaje le ofrecía muchas posibilidades, le ofrecía variaciones. Es cierto, como también lo es el hecho de que las características del mismo lo obligan a moverse en un terreno muy estrecho (literal, metafórica e intelectualmente), lo que convierte al suyo en un trabajo de “gran despliegue minimalista”, si cabe la expresión, dando vueltas siempre alrededor de dos o tres tópicos a los que matiza (o maquilla) una y otra vez.

Y mientras Jorge gira sobre sí mismo, retardando las cosas, incomodando a nosotros y a Rebe, ésta se mueve en el espacio de un modo por demás interesante. Casciani se impulsa una y otra vez con toda la intención de desembozar la desgracia, al mismo tiempo que su cuerpo pareciera sufrir una atracción o imantación hacia esa puerta por la que entró, una noche lluviosa, la del cumpleaños de su padre, para descargar su mochila emocional. Se puede apreciar una fuerza clara que la succiona mientras da la espalda a ese acceso.

Desde un marco hiperrealista, Adentro está lloviendo… habla de los desafectos. El abrazo, como lo más cercano al afecto que aparece en este contexto, llega bajo el formato de piedad o consuelo y de la mano del tercer personaje, Mariela, la pareja de Jorge, interpretada con sensibilidad por Valeria Rivas. Una criatura compleja, donde su resignación, su sometimiento y cierto humanismo intrínseco se entremezclan para acentuar una relación de triste dependencia. Mientras, Rebe replica con sus lágrimas la lluvia que afuera no cesa y que tan bien ilustrada está en la puesta.

La violencia y el abuso intrafamiliar, la decadencia física y mental, los lazos sanguíneos, la negación, son motivos que adquieren en esta apuesta el espesor de lo cercano. Dramáticas, trágicas cuestiones de una cotidianidad desgraciada, afín a tantas historias familiares. En este sentido, el espectáculo es crudo, pero respetuoso.

 

Ficha:

Adentro está lloviendo y seguirá toda la noche, de Pablo Longo. Dirección: Ariel Blasco. Intérpretes: Jorge Fornés, Tania Casciani y Valeria Rivas. Actor suplente: Carlos Eugenio Romero. Música y diseño sonoro: Fernando César Veloso. Diseño de iluminación: Majo Delgado. Diseño de vestuario: Lis Cárdenas. Diseño de escenografía: Andrés Güerci. Asistencia de escenografía: Bruno Rubia. Maquillaje: Ana Martínez. Producción local: Daniela Castro. Asistencia de dirección: Pablo Longo. Co-producción Teatro Nacional Cervantes y Subsecretaría de Cultura de Mendoza. Espacio Cultural Julio Le Parc, Sala Tito Francia, Guaymallén, Mendoza. Función del 28-09-2025.