Warning: problemas en el tendido eléctrico

27.02.2017 13:34

Por Fausto J. Alfonso

 

El dramaturgo Manuel García Migani, por estos días el más elogiado y discutido del panorama teatral mendocino, no sufre de vértigo. La prueba está que se para al borde de la cornisa y se asoma descaradamente con su batería de recursos narrativos sin importarle un posible tortazo. Allí lo vemos, bien arriba y con todos sus excesos, lo cual no es poco en un contexto que ha reducido al máximo su vocación de riesgo y en el que standupistas que no saben ni quién fue Lenny Bruce e improvisados varios hacen estragos y copan cuanto cuchitril gastronómico encuentran en nombre del Teatro Mendocino.

Tu veneno en mí, su última creación (que también dirige aunque en un rapto de timidez no interpreta) retoma algunos aspectos de su antecesora, Tus excesos y mi corazón atrapado en la noche, y los satura. La fragmentación del drama, la interpretación “coral” (aquí en sentido figurado tanto como literal), la (muy buena) selección musical, la puja entre el delirio y lo intimista, la resignificación permanente del espacio, el montaje casi cinematográfico del tiempo y de los tiempos, etcétera, se transforman en una larguísima sucesión de habilidades que, como en Tus excesos…, pero mucho más aún, tironean por imponerse la una sobre la otra, sin que finalmente se luzca especialmente alguna y haciendo del todo un fárrago cool con destellos de Noé u Ozon.

Aún así, cierto atractivo visual (la disposición de los objetos, el vestuario, a veces la luz…) permite capturarnos  por momentos e involucrarnos en esta caravana de amores tóxicos que, claro está, alcanza a todo el mundo: poetas, maestras, políticos, rugbiers, testigos de Jehová, corruptos y más. Pero son solo instantes, antes de caer en un recurrente desinterés. Y es que Tu veneno en mí no es un espectáculo que esté del todo bien enchufado.Conecta y desconecta. Conecta y desconecta. Las bajas de tensión impiden disfrutar del todo y el mismo motivo lo vuelve incomprensible y caprichoso.

Pero en este rompecabezas (también en sentido metafórico y literal) el problema mayor está en las pobres actuaciones (a años luz de Tus excesos…). Los personajes están fuertemente delineados desde lo exterior, muchos al borde de la caricatura. Interiormente son, supuestamente, mucho más ambiguos, complejos; y así lo determinan los poéticos parlamentos que Migani les ha asignado, muchos de ellos muy bonitos y espesos, pero que los actores no pueden sostener (darles un mínimo de profundidad) ni conciliar con su aspecto externo. Cómo se muestran va por un lado, lo que hacen va por otro y lo que dicen por otro más. Es decir que aquí también se advierte un problema eléctrico. No obstante, da la sensación de que los actores se entretienen aunque no entiendan el juego (¿Es esto posible?).

En Tu veneno… la voluntad por reflejar la hipermodernidad que todo lo abarca (característica esencial de Tus excesos…) está al límite. El peligro, lógicamente, es pisar el palito del snobismo. La frontera es ínfima y difusa.

La propuesta fue una de las ganadoras de la última Fiesta Provincial del Teatro. Pero eso ya es problema del jurado.

 

 

Ficha:
Tu veneno en mí. Dramaturgia y dirección: Manuel García Migani. Intérpretes: Mariela Locarno, Nicolás Verlanga, Andrés Voloschin, Ariel Rozen, Diego Portabella, Ignacio Tutera, Cintia Zolorza, Luciano Costigliolo, Silvina Ormeño, María Pilar Mestre, Cecilia Humberto, Emanuel González, Alejandro Serpa, Magdalena Lucero y Mauro Locconi. Sala: El Taller (función del 19/02/17).